Tampones

El primer tampón

Los antiguos egipcios inventaron los primeros tampones desechables, hechos con papiro suavizado. 
Los griegos los hacían con hebras enrolladas alrededor de un pedacito de madera, según lo describió Hipócrates, hace 25 siglos.
Las mujeres romanas usaban lana y las japonesas, papel; en Indonesia, utilizaban fibras vegetales y en África Ecuatorial, rollos de hierbas. 
Otros materiales usados para los primeros tampones incluían esponjas y, más tarde, algodón.
El tampón moderno fue inventado en 1929 por el Doctor Earle Hass, de los Estados Unidos.
La idea se la dio una amiga suya, quien le comentó que usaba una esponja para absorber el flujo vaginal; Haas desarrolló un pequeño tapón de algodón comprimido, que se insertaba mediante dos tubos de cartón para que las mujeres no tocaran y pudieran contaminar el algodón.
El material usado, además, permitía desechar el tampón fácilmente en el  WC. Más tarde, Hass registró la marca Tampax para su producto. .
La patente y la marca fueron vendidas a Gertrude Tendrich, una ambiciosa inmigrante alemana que empezó a fabricar los primeros Tampax en su casa, usando una máquina de coser y la máquina compresora de algodón del Dr. Hass.
Ella fue una gran visionaria, que supo hacer crecer a la compañía, consiguiendo inversionistas y desarrollando novedosas estrategias de mercadotecnia para el nuevo producto, en una época en la que era difícil anunciarlo abiertamente.
Tendrich contrató a enfermeras para que dieran pláticas sobre la menstruación y los tampones, además de organizar a un grupo de vendedoras que iban de puerta en puerta informando a las mujeres acerca de lo que era un tampón, un producto que cambió los hábitos personales de millones de mujeres en el mundo.
Los prejuicios sociales y una información deficiente impidieron que los tampones se popularizaran.
Las mujeres estaban preocupadas porque podrían perder su virginidad al usar tampones o que los perderían en plena calle. ¡NO ERA CIERTO!
Sin embargo, tan pronto como las mujeres tuvieron la oportunidad de disfrutar de la comodidad que suponía el uso de tampones, se popularizaron instantáneamente.
En los años 70 y 80 se avanzó en dos sentidos realmente importantes para la protección femenina:
·       Se inventaron las toallas higiénicas autoadhesivas. ¡Se acabaron los cinturones y los alfileres!
·       Se comenzó a permitir la publicidad de tampones y toallas femeninas en la televisión.

El tampón ha sido considerado entre las 50 pequeñas maravillas que revolucionaron la vida de la gente en el siglo XX.
Lo único que tienes que hacer es ir a la tienda o pedirlas por teléfono a la farmacia (o a una tienda virtual) y pedir cualquier tipo de toalla femenina o tampón que prefieras. Por supuesto, si no encuentras nada a tu gusto, puedes volver a las bolsas de trapos…
Pero hay que tomar en cuenta que es un producto del cual las mujeres utilizamos aproximadamente 15.000 unidades a lo largo de nuestra vida fértil…

  

Comentarios

Entradas populares de este blog

TOMATES MARINOS

Cosas que te hacen ver vieja

Evolución de las "toallas femeninas"