Baños de mujeres
La relación entre las mujeres y el baño es “una misma”,
no se por qué, pero las mujeres vamos más al baño que los hombres (bueno, y más
desde que se pudo de moda o de salud eso de tomar tanta agua...), desde siempre
ha sido un territorio nuestro (que aunque los olores de ahí no son los mejores)
resulta que se convierte en un remanso de paz en muchas ocasiones, en otras
cuartel general para tramar algo, diván en dónde contamos nuestras penas, salón
de belleza, foro de opiniones, enfermería, privado para hablar por teléfono,
lugar para chismear, centro de reunión...en fin, es tantas cosas en una...si
las paredes de los baños hablaran....
Y luego se preguntan los hombres...¿y por qué las mujeres
van siempre juntas al baño?
¿Qué, no puede ir una primero y otra después?, por qué
siempre oyes las mismas preguntas entre mujeres ¿quieres ir al baño? ¿me
acompañas al baño?
Se preguntan cómo
le hacemos cuando alguna de nosotras
está enferma del estómago. ¿Qué cómo combatimos ese desagradable olor en
el baño? ¿Qué si se solidarizan y se neutralizan nuestras fosas nasales para no detectar malos olores?
Ellos tendrían que saber que no es sólo en la edad adulta
en la que las mujeres vamos tanto al baño y tampoco que queremos ir
acompañadas, ya desde la escuela te hacías la enferma o decías que ya no
aguantabas para ir a verte al baño con tu amiga, ya más grande, en los recreos
ibas a fumar a escondidas o a idear un pretexto para poder ver al galán sin que
te regañaran en tu casa, antes de la salida te dabas una escapada para darte
una “manita de gato” y que te vieran mona, también ahí te subías la falda...
En la oficina muchas mujeres utilizan el baño como una
extensión de su casa, ahí llegan y conectan la secadora, la plancha del pelo,
se maquillan, se acaban de vestir, se arreglan, eso si, con calma y también
hacen sus llamadas telefónicas, consuelan a la amiga que tiene un problema, le
prestan su lipstick a otra, ahí se pierden horas y horas de trabajo y se
ahorran muchas horas de terapia.
Cuando vas a un antro en bola te vas con tus amigas al
baño lo primero es que por lo general hay que hacer cola y así aprovechas el
tiempo para chis-mear (el baño ha de ser
la raíz etimológica de esta palabra) del galán de alguna de ellas, o del tuyo,
para criticar a alguien, a hacer pipí de paso, a detenerles la puerta, pasarles
papel y a cargarles la bolsa, cosa que ellas también hacen por ti llegado el
turno, te prestas perfume, desodorante, cepillo o lo que haga falta.
Pero la dinámica en un baño es igual a la de una colmena,
cada una sabe lo que tiene que hacer y cuando, pasarle un kleenex a la que
llora y decirle algo que la consuele, detenerle el pelo a la que vomita (porque
eso si, somos muy solidarias y en nuestro código genético está esa información,
ya bastante con que se sienta mal y le queda una sabor de boca a excusado como
para que todavía le quede el pelo todo guacareado...), prestarle un tampax o
pegamento a la que se rompió la uña, sacar el costurerito para coserle el
tirante del bra a otra, la toallita húmeda para limpiar el zapato, el polvo
para no brillar o bajarle la borrachera a la que se le pasaron las copas..
No es raro que si están muy llenos los WC, entremos dos
juntas, así seguimos platicando,
detenemos al puerta desde adentro y ahorramos agua, así sólo jalamos una
vez ecológico ¿no?, supongo que a muchos hombres esto les sonará raro, pero a
mi me parece más extraño que ellos hagan pipí ahí nomás, donde todo se ve en
los baños de ellos, si privacidad.
Hay mujeres que han aprovechado los baños para un quicky
con su galán o con uno que acaban de conocer en el antro esa noche...
La
filosofía de las puertas de los baños...
Hay que ver
qué curiosas que pueden ser las puertas de los baños públicos de mujeres. No sé
si este suceso se da a tal escala a nivel masculino, pero en lo que a nosotras
se refiere, hay tratados completos de la vida escritos en esas puertas.
Podemos
encontrar chava que busca chavo (¿y lo busca en el baño de mujeres?), chava que
busca chava, chavo que busca chava (¿que qué hace ahí un hombre?).
Recriminaciones
e insultos con nombres y apellido, la verdad es que no sé hasta qué punto son
ciertos o son simples venganzas de una ex-novia despechada que deja el teléfono
de la ex de su galán.
Lo más divertido son las conversaciones que llevan a cabo, parecen chats de computadora. Una escribe una frase, ya sea robada de alguien o de cosecha propia, y otra le responde. A ésta le responde otra (¡¡que incluso puede que sea la primera!!) y así se conforma una conversación por escrito a lo largo de toda la puerta. Se insultan, se ponen de acuerdo, se vacilan... se aburren, se divierten.
No pueden faltar las frases lapidatorias del tipo "si lloras, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas", con las que una acaba compadeciéndose un poco de esa anónima que ha llegado a escribir eso, probablemente con toda la buena voluntad de avisar a otras para que no pasen por su calvario ya superado.
Y, cómo no, ahí están los consejos sexuales. Es increíble la cantidad de imaginación que se puede llegar a tener en el baño, nos van aconsejando qué es mejor, qué debemos probar, qué nunca deberíamos hacer...
Ante todo esto, yo me pregunto: ¿Qué es lo que impulsa a una mujer a sacar una pluma de su bolsa, mientras está de aguilita y escribir en la puerta de un baño...
Lo más divertido son las conversaciones que llevan a cabo, parecen chats de computadora. Una escribe una frase, ya sea robada de alguien o de cosecha propia, y otra le responde. A ésta le responde otra (¡¡que incluso puede que sea la primera!!) y así se conforma una conversación por escrito a lo largo de toda la puerta. Se insultan, se ponen de acuerdo, se vacilan... se aburren, se divierten.
No pueden faltar las frases lapidatorias del tipo "si lloras, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas", con las que una acaba compadeciéndose un poco de esa anónima que ha llegado a escribir eso, probablemente con toda la buena voluntad de avisar a otras para que no pasen por su calvario ya superado.
Y, cómo no, ahí están los consejos sexuales. Es increíble la cantidad de imaginación que se puede llegar a tener en el baño, nos van aconsejando qué es mejor, qué debemos probar, qué nunca deberíamos hacer...
Ante todo esto, yo me pregunto: ¿Qué es lo que impulsa a una mujer a sacar una pluma de su bolsa, mientras está de aguilita y escribir en la puerta de un baño...
Y he llegado a una conclusión: las puertas de los baños públicos son las predecesoras de los blogs. Al fin y al cabo, sirven para (casi) lo mismo, ¿no?.
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